En
esta entrada me toca recomendar una película de contenido educativo, bien,
recomiendo sin lugar a dudas mi película favorita, Matilda.
Se
puede decir que llevo 24 años viéndola un par de veces por año como mínimo. La
he visto en español, en inglés e incluso en italiano, así que os imaginaréis
cómo me sé todos los diálogos, la trama y objetivo que persigue.
Me
parece acertadísima para todo tipo de edades, desde los más pequeños por las
aventuras que lleva a cabo la protagonista, hasta los más mayores, en nuestro
caso como futuros docentes, ya que da lecciones sobre qué tipo de profesor ser
si quieres que los alumnos estén motivados, interesados, te respeten y aprecien,
y por el contrario que perfil no adjudicarse jamás.
Relacionando
la película con las propuestas de Octavi Fullat en su libro “Paideia”, se
podría decir, que la señorita Trunchbull seguiría una pedagogía tradicional,
agresiva y autoritaria, y por el contrario a la señorita Honey, la relacionamos
con una pedagogía activa, cuyo propósito es la motivación y el aumento de disposición
por parte de los alumnos, intentando sacar partido a todas sus cualidades y habilidades
positivas, mediante su buen trato, dedicación y afecto.
Además,
la película refleja una gran lección acerca de la importancia que tiene la
familia en la educación de los hijos, ya que el cómo involucrase y preocuparse o
no en ellos, tiene distintas consecuencias.
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